viernes, 11 de diciembre de 2009

HONORIS CAUSA

San Marcos tiene más de cuatro siglos y medio de existencia como universidad. A pesar de sus problemas, conserva un prestigio legítimo en el Perú y el extranjero. La Universidad Católica está cerca de cumplir un siglo. Es una de las mejores de América Latina. Sus graduados están entre los más valorados por los centros de trabajo.
La Universidad Alas Peruanas tiene un poco más de diez años. Sus títulos son de muy poco fiar, según una encuesta entre centros laborales. Sin embargo tiene más filiales y alumnos, en todo el Perú, que San Marcos y la Católica juntos. Su página web dice que tiene mucho más: radios y televisoras locales, colegios, academias, algunas de ellas en el extranjero, un avión y hasta es productora de cine. En fin, todo un éxito.
¿Cómo ha hecho el triunfante rector de esta universidad, Fidel Ramírez Prado? No es por su ilustración precisamente. Tiene un doctorado en la Universidad Barrington (EEUU), pero esta parece ser tan o más chicha que Alas Peruanas. En Internet se encuentra la advertencia de que no tiene acreditación, además de otros datos muy penosos sobre ella. De allí es este gran doctor.
Lo que tiene don Fidel es una particular astucia para combinar negocios, política y muy pocos escrúpulos. Cuando cuenta cuál fue el punto de partida de su proyecto universitario trae a colación los “milloncitos” que juntó de los socios de una cooperativa de militares. Como se sabe, hizo muchos amigos y socios entre jueces supremos y superiores y congresistas apristas. El reconocimiento de Alas Peruanas y de su propia condición de rector, lo obtuvo de ese amigable Poder Judicial, no de la autoridad competente en el tema.
Don Fidel es producto del clima fujimorista en el que se decidió que la función de los poderes públicos era regalarse a los negociantes. Esa opción la ha seguido este gobierno. Qué educación ni qué vainas. Como buen emprendedor, Fidel piensa en el futuro. Ya tiene al presidenciable Luis Castañeda Lossio como alumno de su universidad. Es gran amigo de Ántero Flores Aráoz y del general Donayre, que lo condecoraron con la orden Francisco Bolognesi. Y ya tiene registrado, listo para las elecciones, a su propio partido, Participación Popular. Dicen que su lema es: ¡Honoris causa!
Por: Carlos Reyna
Diario La Republica

HOMBRES DE LA EDUCACION

¿Quiénes son? Luis Carranza Ugarte y Fidel Ramírez Prado, para sorpresa de muchos. Ensayaré una nueva reflexión sobre este tema, tan urgente como paradójico en nuestro país. Con tantas leyes, decretos que no se cumplen porque quizá están mal hechos, ambos, en este caso, no cumplen con los mandatos legales, ni judiciales. Lo que explica, en un caso, la paralización de las universidades públicas desde hace dos meses y medio, que nos hace recordar a noviembre de 2005 en que, luego de violentas movilizaciones callejeras, el 21 de diciembre, se promulgó el D.U. 033, autorizando el Programa de Homologación de los docentes de las universidades públicas.
Un programa que debía cumplirse en tres años, sin producir enormes egresos y que además podía presentarse como respuesta al largo incumplimiento del Artículo 53 de la ley universitaria que homologa las remuneraciones de los profesores universitarios con las correspondientes de los magistrados judiciales. En esa oportunidad, como rector de San Marcos, presidí la Comisión de la ANR para dialogar con los representantes del MEF y del Minedu, lo que me acercó a los detalles para entender cómo se decide la inversión pública en nuestro país, si de acuerdo a grandes políticas macroeconómicas, específicos planes estratégicos, a la discreción personal de autoridades o funcionarios o a las presiones de los demandantes.
El entonces presidente Toledo abrió el diálogo, y las conversaciones en el MEF se iniciaron con Waldo Mendoza, viceministro de Economía, quien acababa de reemplazar a Luis Carranza, teórico de que en “educación no hay inversión, sino simplemente gasto”. Quedaba en el MEF, como asesora importante, Marisol Guiulfo, continuadora de esa línea dura. Esto hizo muy difícil las negociaciones, porque solicitaban un retorno rápido, sea en calidad, eficiencia o pertinencia, que los rectores ni Fendup podían asegurar: era el trabajo de los legisladores. Luego preguntaban concretamente: “¿Cuántos doctores tienen?”. Para agregar: “Que ellos reciban prioritariamente la homologación”. Lo que hubiera dejado fuera al 80% de la docencia universitaria. Lo exigía M. Guiulfo, que no sé si ya tenía su licencia en Administración de Empresas de la UL.
Ahora ha regresado la línea dura al MEF con el Ministro Carranza. Sabemos que él es egresado de una universidad privada, la PUCP, pero también de una pública, la U. de Minnesota, una de las importantes universidades norteamericanas que ocupa un buen lugar entre las 500 mejores del mundo. Luego fue viceministro y después pasó al BBVA de España. Un técnico de buen nivel, no lo dudo, que puede ser un distinguido gerente del BBVA, pero cómo podríamos pedirle una racionalidad estratégica en el manejo de los fondos públicos y específicamente del “gasto” en educación, tan aparentemente sin retorno en el corto plazo.
Sabemos también que se han aprobado 34 normas legales que mandan el cumplimiento del programa de homologación, con la explícita intención de promover la universidad pública, pero no se cumplen, lo que nos pone ante una evidente acción de incumplimiento de la norma legal que altera el orden público. Ahora regreso al inicio. La U. Alas Peruanas, violentando cualquier dispositivo legal, multiplica ilegalmente sus filiales y con alguna razón podría decir que ha ampliado el acceso a la educación superior, como nadie lo ha hecho desde el Estado. Ni Alas Peruanas ni el MEF cumplen la ley. ¿Alguien nos podría decir la diferencia entre Fidel Ramírez y Luis Carranza, del MEF, en lo que a cumplimiento de la ley se refiere? ¿Por qué en un caso es ilícito y en el otro no? ¿Quizá la clave de nuestra deriva educativa se encuentra en esta paradoja? Parecemos desafortunadamente un país sin políticas ni instituciones, a merced de los individuos.
Por: Manuel Burga
Diario La Republica

lunes, 26 de octubre de 2009

UNIVERSIDADES AL GARETE

Por qué las universidades públicas de nuevo parecen encerradas en sus cercos perimétricos de autonomía y de ladrillo luchando consigo mismas y tratando de llamar la atención? No se trata de tomas de locales, marchas o disturbios callejeros, ni de una deriva institucional por las tempestades internas, sino más bien de una universidad en crisis que reacciona frente al abandono del programa de homologación que se inició en abril del 2006 y que ha debido concluir a fines del 2008. De nuevo las universidades públicas, teóricamente desde el 24 de septiembre, se encuentran en huelga general indefinida. Para la Fendup se trata de luchar contra políticas neoliberales más interesadas en el mercado, en la educación como servicio que se compra y se vende, que en la educación como bien público, pero considero que se trata de algo más.Todo empezó cuando finalmente se decidió cumplir con el artículo 53 de la ley universitaria de 1983, que homologa las remuneraciones de los docentes universitarios con la remuneración básica de los magistrados del Poder Judicial. El interés por la educación superior pública parecía haber renacido, tanto como las expectativas de los universitarios. La homologación se aprobó con el DU 033 de diciembre de 2005 y el primer tramo se puso en marcha en abril del 2006. No solamente se trataba de remuneraciones, mucho antes, el 2001, ya se había iniciado la discusión de una nueva ley universitaria; se hablaba incluso, desde la gestión del ministro Nicolás Lynch, de una Segunda Reforma universitaria, que vaya más allá de la agotada Reforma de Córdoba.Más tarde, con la llegada del gobierno aprista, el Minedu dejó de lado estos ímpetus reformistas. La iniciativa pasó a la Comisión de Educación del Congreso, la que está en manos del Partido Nacionalista desde el 2006, sin sospecha de neoliberalismo, donde, sin embargo, inútilmente se han discutido varios proyectos de nueva ley universitaria, sin resultado alguno. Se podría pensar ingenuamente que la homologación se ha detenido porque depende de recursos escasos en tiempos de crisis, lo que explicaría el incumplimiento de un compromiso de Estado y aún de la ley. Pero, ¿cómo explicar el desinterés del Congreso, de los congresistas nacionalistas, en trabajar seriamente en una nueva ley universitaria? Entonces, no se trata solamente de recursos escasos, ni de congresistas desinteresados en la educación, sino más bien de algo más complejo y propio de actualidad.¿Cómo podría avanzar la homologación y cómo se podría promulgar una moderna ley universitaria que reflote a la universidad pública cuando los propietarios, accionistas o defensores del modelo de universidad negocio están en todas partes, en los partidos políticos, en Palacio de Gobierno, en el Minedu y en el Congreso? ¿Qué podríamos esperar de un ministro de Educación, impecable rector de una universidad negocio? Casi todos recordamos que la Fendup y los congresistas del Apra se pusieron de acuerdo, a fines del 2005, por conveniencias mutuas, para aprobar la no reelección de autoridades universitarias, lo que generó la protesta inmediata de la universidad privada y la enmienda de este dispositivo legal en el TC. ¿Por qué no se aprueba ahora la elección de autoridades en las públicas a través de la votación universal, ponderada, directa, secreta y obligatoria? ¿Por qué no se pone en marcha la homologación acompañada de un verdadero sistema de regulación que promueva la calidad en la educación superior peruana? No se trata de dinero escaso, ni de esperar que los legisladores se iluminen, ni de una nueva ley universitaria, sino de dar los primeros pasos para asegurar el futuro de la educación superior pública en nuestro país.

Por : Manuel Burga

Diario La Republica

lunes, 10 de agosto de 2009

HOMENAJE A VICTOR RAUL HAYA DE LA TORRE


Recordar a Víctor Raúl Haya de la Torre después de 30 años de su sensible fallecimiento me reanima a escribir con fuerza nuevamente en el Blog A Viva Voz!!!
El Apra en el siglo XXI

“El aprismo no es un dogmatismo cerrado y arbitrario sino una línea de acción hacia el infinito” Víctor Raúl Haya de la Torre. Carta a los prisioneros Apristas.

Desde el momento auroral del APRA como organización política siempre se confrontaba con un mundo en permanentes cambios políticos y sociales y con cada vez mayor interdependencia entre los pueblos (actualmente: globalización). Es por ello que el dinamismo en la política del fundador Víctor Raúl Haya de la Torre desde su programa mínimo de las elecciones de 1930 hasta la actualidad en el presente gobierno democrático del Presidente Alan García Pérez se ha demostrado que el APRA está asentado en la realidad política, social y económica mundial sin desligarse de sus principios básicos como la democracia, el pan con libertad y la justicia social.
En el libro “Espacio Tiempo Histórico”, Víctor Raúl Haya de la Torre interpretara y adoptara correctamente la novedosa teoría del devenir de la historia y la relativización de sus hechos. En los cuales por ejemplo hoy en el presente siglo XXI el APRA propugnaría la infraestructura, la revolución de la informática, etc..
Muchas críticas se han instalado en el actual gobierno del partido aprista señalando que se dista mucho del Plan de Acción Inmediata o Programa Mínimo del Partido anunciado por Haya de la Torre a su retorno al Perú en 1931, por el cual deben retomarse y propugnar sus ideas después de 30 años de inexistencia física pero que su obra se revalora cada vez más a través de la dialéctica y el devenir de los años.